Datos para recordar:

• Una gasometría me da varios datos sobre el estado metabólico del paciente: Me dice si el pH es compatible con la vida, si hay buen intercambio de gases (oxígeno y co2) y me dice además el origen de la alteración metabólica: Son ácidos externos o hay una sobreproducción de ácidos, o es que estoy perdiendo bicarbonato? (Mirar el siguiente video: Acidosis y el anion gap).
• Una gasometría venosa utiliza la misma sangre de la vena para el hemograma. No hay que pinchar más. Sin embargo, una gasometría arterial requiere una técnica distinta y es muy dolorosa. Debemos pedirla sólo cuando sea necesario.
• Gasometría venosa: Me da información sobre la acidosis de forma cualitativa. Es decir, hay o no acidosis, a través del pH, ácido láctico y bicarbonato. Es muy útil cuando queremos valorar si existe acidosis o no, como en una descompensación diabética, o en un fallo circulatorio con hipotensión importante (ejemplo: shock séptico).
• Gasometría arterial: Tiene el plus (el extra) de darme información sobre el intercambio gaseoso porque me dice la pO2 (oxemia) y la pCO2 (capnia). Esto es muy útil en un problema respiratorio, pues la oxemia me dice el estado del paciente y de la gravedad del diagnóstico. Mientras más baja la pO2, mayor es la insuficiencia respiratoria.
• Si además tengo hipercapnia (elevación de la pCO2), entonces tenemos lo que llamamos insuficiencia respiratoria global.
• Sin duda alguna en un trastorno respiratorio importante, la gasometría arterial es esencial para establecer la gravedad y el pronóstico de nuestro paciente, por ello condiciona la conducta a seguir.
• A continuación el resumen en una videoclase:

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-Augusto Saldaña Miranda, R4 MFyC en Requena, Valencia